domingo, 6 de marzo de 2011

MI UTOPÍA SOCIAL

Para mí una sociedad perfecta sería aquella en la que todos pudiéramos convivir felizmente, tratándonos de iguales. Jamás sería necesaria la intervención de sistemas de seguridad, porque no existiría la desconfianza, nadie vería la necesidad de instalar alarmas en sus casas, edificios o museos.
La gente sabría controlar sus emociones, no resolvería sus problemas con la violencia, sino con la palabra. Cualquier desorden social sería resuelto pacíficamente, sin necesidad de intervenciones externas. Sin embargo, habría un grupo o entidad en el gobierno, como representante de los ciudadanos, sería ni más ni menos que el portavoz de la decisión del pueblo. No tendrían mayor sueldo ni pertenecerían a una clase social más alta, ya que las clases sociales no existirían. No se harían gestiones innecesarias y tampoco existiría la especulación. Este "gobierno" cambiaría regularmente, intentando que todo tipo de miembros de la sociedad tuviera acceso a él. Todos serían por tanto autónomos y a la misma vez partícipes de una sociedad igualitaria.
Además todos serían conscientes de la importancia del respeto del mundo en el que vivimos. Los niños, adultos y ancianos gozarían de todos los derechos establecidos en la Declaración de los Derechos Humanos, y a su vez asumirían (dependiendo de la edad de esa persona) sus responsabilidades y obligaciones. La polución sería mínima, la gente no tiraría basura al suelo, reciclaría más, utilizaría más el transporte público para intentar contaminar lo menos posible…etc. Todo el mundo tendría conciencia solidaria y ayudaría al prójimo, la pobreza no existiría, pues todos repartirían sus bienes. Todos se esforzarían de igual forma, por eso nadie ganaría dinero de manera injusta. Aquí y allá, las culturas serían respetadas y valoradas. Jamás existiría el racismo, ninguna raza sería superior a otra, y nadie podría imponer a otra persona su poder. Por tanto, en esta sociedad perfecta, jamás existirían las guerras.

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