lunes, 2 de mayo de 2011

LA HISTORIA DE LAS COSAS



Cada vez quedan menos recursos en el Planeta, el aire que respiramos está contaminado por sustancias que nosotros mismos hemos enviado a la atmósfera, los animales de los cuales nos alimentamos ya no pueden vivir en sus hábitats naturales, porque hemos acabado con ellos. Muchas de las especies han desaparecido, y no ha sido por causas naturales. Los polos se derriten, el nivel del mar aumenta. ¿No nos parecen motivos suficientes para parar de una vez por todas? El proceso que conocemos como la economía de los materiales no está funcionando, y no está funcionando desde el principio. Desde el mismo momento en que el ser humano extrae los materiales, explota, destruye y tala, provocando desertización, desplazamientos de millones de personas, y lugares en los que literalmente no se puede vivir, estamos haciendo algo mal. Esto parece una razón más que de peso para intentar mejorar el sistema, pero lo cierto es que la cosa no queda ahí.

Extracción – Producción – Distribución – Consumo - Disposición

Si analizamos este proceso lineal a fondo, tal y como se ha hecho en este video, veremos que está incompleto, y presenta muchos límites, más razones para recapacitar.

Estamos destruyendo el Planeta, el lugar en el que vivimos, ¿a caso destruye uno su propia casa? ¿Por qué lo hacemos entonces con el Planeta? ¿No podemos entender que sólo tenemos uno? Un único lugar en el que vivimos todos. Para algunos, es preferible enriquecerse ahora a cualquier precio, sin importar las consecuencias. Deberíamos acabar con esto, y lo cierto es que, entre todos, se puede conseguir. Parece un proyecto utópico, casi inalcanzable, pues hay individuos como los que hemos nombrado antes, con gran poder económico, pendientes tan sólo de sus beneficios.
Pero, por otro lado, están el resto de personas que, aunque carecen de tales recursos, superan en número. Y a fin de cuentas, lo que importa son esos pequeños actos individuales, que forman el conjunto, aquellos de esas personas que luchan por que vivamos en un mundo mejor, no sólo para unos cuantos, sino para todos. Somos las marionetas de una sociedad consumista, nos manipulan para que compremos, utilicemos y desechemos, para que sigamos alimentando la flechita. Ha llegado el momento de decir basta, el cambio es posible y entre todos, podemos conseguirlo.

LA OLA - AUTOCRACIA, NUNCA MÁS

ARGUMENTO

Esta película, basada en hechos reales, está ambientada en la Alemania del siglo XXI, en un instituto, en el que se va a llevar a cabo una semana de proyectos, mediante los cuales se pretende enseñar a los alumnos las distintas formas de gobierno. El profesor Rainer Wenger se encargará de enseñar la autocracia, un sistema de gobierno absoluto, en el cual la voluntad de una persona es la suprema ley, que se impone sobre el resto. Este sistema excluiría por tanto, a todas las personas que no están de acuerdo con esa ley. Al comienzo de la semana los estudiantes se mostrarán reacios ante la idea de que pudiera volver a instalarse una dictadura como la del Tercer Reich en su país. El profesor, decido a demostrarles lo fácil que es manipular a las masas, acabará perdiendo el control de la situación ante un final trágico e inesperado.

REFLEXIÓN PERSONAL
Esta historia nos hace reflexionar sobre la posibilidad de existencia de gobiernos autócratas en un futuro. Sabemos las consecuencias nefastas que han tenido estas formas de gobierno en nuestra historia, las cifras de millones de judíos muertos, en el caso del nazismo y otros muchos datos, que deberían habernos hecho despertar y darnos cuenta de que lo que ocurrió jamás debería repetirse. Pero… ¿es esto suficiente? Basta con que haya crisis económica y alto desempleo para que la gente se vea respaldada en esta forma de gobierno. Esta película es un claro ejemplo de ello. Son pocos los alumnos que tienen claro desde el principio que el mínimo atisbo de autocracia debe ser rechazado. Tan sólo dos de las alumnas deciden dejar el curso por estar en desacuerdo con lo que está ocurriendo. Cabe destacar también, que este nuevo grupo, al que llaman La Ola, no sólo sirve de apoyo a sus miembros, sino que en casos concretos también puede convertirse en la vida de personas que se sienten rechazadas por la sociedad, bien por su inseguridad, bien por su dificultad para hacer amigos, como ocurre en el caso de uno de los alumnos, para quien La Ola lo significará todo.

Debemos considerar esta película como una llamada de atención, un aviso que nos recuerda una vez más que tenemos que decir NO ante la implantación de un único pensamiento, NO a la manipulación de un líder carismático, en definitiva, NO a la autocracia.